jueves, 13 de junio de 2013

Mi elección: Un relato épico.

Los relatos épicos contienen siempre una gesta heroica, un gran desafío se le presenta al protagonista, éste debe enfrentarlo inminentemente, no puede de ninguna forma evadirlo o ignorarlo. Por lo general esta empresa conlleva un viaje, un largo camino lleno de obstáculos, que bien pueden significar la muerte – Perseo se enfrenta a la Medusa a riesgo de ser petrificado-, o que bien pueden significar la resignación y el estancamiento – Ulises encuentra a Calipso y seducido por sus encantos se queda en Ogigia siete años -. No solo encuentra obstáculos, también amigos, Sanchos, Mercurios, hadas, brujas complices, el favor de unos y de otros, milagros y azares inesperados.
En las historias clásicas, el héroe solía ser un hombre armado de nobleza y buena voluntad, gallardía creo que se le dice, la literatura de hoy nos trae más bien eso que se llama anti-héroe, gentes sin norte, pobres almas perdidas, tramposos y peligrosos, que al final –al final de un largo trayecto de redención- revelan su secreta magnanimidad, puede claro, que la revelen durante todo el relato y en pequeñas dosis que nos hablen de su humanidad. Y es que los protagonistas modernos, no son hijos de dioses, ni ahijados siquiera, los modernos están chiflados y emprenden gestas imaginarias, los modernos revelan su humanidad sin tanta trascendencia y en medio de la maldad y el desatino -Juan Pablo Castell asesina a María Iribarne de puro amor-,  en medio de lo grotesco también -García Madero recibe un “guaguis” de una mesera en la parte trasera de una cafetería-, en medio de lo absurdo –Florentino Ariza espera toda una vida a su primer amor-, en medio de la desazón y el aburrimiento – Emma Bovary camino de la catástrofe total- y en medio de la nada, del total abrupto – la madre de un hombre (Mersault) muere y este no puede precisar cuándo, Joseph K es arrestado sin razón alguna, Bartleby se niega a realizar cualquier acción, solo porque “prefiere no hacerlo”-.
Quizá a causa de la humanidad de los héroes modernos sus proezas no nos parezcan tan remarcables. Sin damisela en apuros, sin batallas de años, lo épico parece diluirse, la nueva aventura se nos muestra oscura, algo nos indica que al final no todo será flores y laureles, como en las historias clásicas o medievales, algo nos presenta la paradoja, el viaje es introspección, pero sigue estando presente, los elementos no varían tanto como podemos llegar a pensar, hay un giro y puede que todo parezca mucho más trágico, pero en realidad, hay mucho más humor, y también hay triunfos, no los que esperábamos, no, son más bien ironías, sarcasmos.
El relato épico cuenta siempre con una o varias historias de amor, estás son la fuente de inspiración, pero también la fuente de las desgracias, el amor distrae al pobre héroe, lo tortura y lo engaña, lo somete a una ceguera tonta. El amor es motivo y obstáculo. Este relato, por supuesto es prueba de ello.

De fragmento en fragmento mi relato será completo, no le faltarán héroes, viajes, amigos, milagros, desatinos, absurdos, desazones, despropósitos, paradojas, historias de amor y más tonteras. Una vez más bienvenidos.

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